Impotencia, desilusión me pica el corazón en retazos de piedra y destrucción
por que ella, por que yo no, si soy un ser que se ahoga en la fantasía de decadencia y horror, y no hay soporte que de razón de su inocua diversión, con fachada de introspección. no digiero los sueños desplomados, lacerados, exprimidos por la exasperación de mi cerebro en confusión, no quiero pensar, me duele, lo siento... esta llaga sanguinaria se expande y temo lo que vaya a suceder... impotente sin nada que hacer, no puedo ver, estoy estática en este juego de poder y aberrante poseer, maldad de frívolo actuar, como puede llegar al ápice de la crueldad... lágrimas mas lágrimas, por que lágrimas, a donde lágrimas, dolor- dolor-dolor... desolación mas dolor... tristeza aún no cabe la nostalgia, en vilo sigo el hilo del destino...
La acompaño...¿la cuido? ha que leguas llega mi energía protectora...ilusa... tranquila... nova de cielo desolado, aunque no vibro en sus latidos de tristeza, respiro el aire desesperado, expiro la angustia consumida, trago en vano... pulmones de ira en conbustion, cae la guillotina de la incertidumbre... quiero engañarme y decir que todo ira bien, pero el bien no existe, no para mi... solo es el bien camuflado de mal, perverso y voraz.
Todo irá bien.
ResponderEliminarEl sinsentido de esta realidad llega a desplegar toda su magia cuando las circunstancias ponen al descubierto que somos nuestra relación con el amor, que es lo único que le da un sentido profundo a nuestras vidas: su falta, su rechazo, su exceso, su equilibrio, el propio, el ajeno… Da tanto miedo que tenemos que escondernos en el empirismo para volcar nuestro desasosiego en amar con explicaciones a la razón, a la que le dejamos la responsabilidad de que descifre las señales de una naturaleza abstracta, inmedible e inabarcable; inevitablemente, se satura.
ResponderEliminarEn mi caso, la incapacidad de mi esencia incandescente para llegar a ser hielo me ha devuelto otro incendio; jamás he sido un espejo más y la cálida respuesta que otros suscitan en tu interior me hace sentir como un intruso desorientado y sediento que bebió de un espejismo que dejó crecer hasta convertirlo en océano; tu esencia se vuelve a escurrir entre mis dedos y los labios de mis letras son volcanes que perpetúan su seca orfandad. Y malinterpretas mis actos de amor, mis palabras de amor. Mi desván ubicuo quedó solo y, consumido ante la espera de atención -aunque la tuya hubiera bastado-, fue atrapado, y con él su creador, por su lengua de lava, para ser devorados por mí, no busques una razón lógica. Como el amor jamás impone prioridades, este espectro abisal que se ha introducido en el fondo del océano imaginario para comprenderte y que, lejos de ello, acabó convirtiéndolo en magma, desaparecerá también y tu vapor y mi humo nos dejará, bilateralmente, ciegos... Porque "...Definitivamente te quiero" no fue sólo una declaración, fue la forma con la que quise finalizar tu fragmento para imaginarlo completo, para saborearlo, como si hubieras susurrado mi nombre, igual que si de un mantra se tratara, y me estuvieras enviando sus uves (V), como pájaros.
Analizar todo esto con la razón sería una temeridad, podrías creer que es una despedida; simplemente, estoy repitiendo tu nombre, como lo haría la ola de un árbol ante el viento aroma.
Así es... vaya traidora. La razón es una cárcel de perdición y aunque siempre huyo de ella término por acudir a su recinto... grave error... me ausente del desván si, más no con indiferencia... fue mayor, el respeto del distanciamiento... un respeto engañoso... porque en tierra de la imaginación no hay respeto que valga, pero así sucedió... y no tengo palabras.
ResponderEliminarComprensión...vaya palabra tan compleja y arbitraria, si pudiera fundir el aroma y el sonido tal vez podría inducir un poco de su contingencia usual... no quisiera que nuestra masa inteligible de emociones se desvaneciera.. Tampoco quiero ceder a la ceguera que me opongo, solo quiero mirar a través del velo de la locura y la imaginación, me bastaría, el espacio-temporal seria reducido considerablemente por un encuentro ilusorio, y ningún tipo de valor axiológico, ni paradigma humano podría delimitar la armonización de nuestra sinfonía celeste.
Pero entra la volubilidad del fuero juguetón. El juego de anonimato es a su vez un bello juego de ocultación donde no se prevé su proveedor, pero si su verdadera emisión interior... de allí que parta la correspondencia afable. Me gustaría extraerlo de la marea abisal y zambullirlo en los abismos del ciclope... para comprender lo inextricable… pero no se en que marea se halla sumergido tan abisalmente
Do-re-mi-fa-SOL se ha desintegrado en mi interior, vivo un plenilunio sin voz...
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