En las colinas de brillante esplendor, escondo mis tributos cabalísticos, para girar en torno a la hojas primaverales, caen y crujen debajo de la llaneza de mis dedos... absorbo la calidez de sus colores y sus diáfanas melodías. Rezagada nombro con agrado lo entes iridiscentes que observo con distanciamiento, ellos notan mi presencia y en respuesta soplan sobre mí, su polvo de astros, partículas casi imperceptibles que se dispersan con dardos de ternura.
Eufórica asciendo en ráfagas de terciopelo y me doy cuenta que los hilos de cristal se desprenden con impetuosa sinfonía se deshacen entre los vientos de Eolo y gravitan pavorosos en las tempestades de Júpiter, sonríen ante la luz de Febo y continúan con inextricable regocijo ante la ceguera de destino.
Saludos, de nuevo por aca, visitando ventanas. Debo decir que escribes con franqueza, creo que yo no encontraria una logica superior. Me agradan los videos que subes, es fascinante la forma en que cada uno nos manifestamos, y tambien muy extraña. De todas formas sigue siendo muy interesante la retroalimentacion del lado de la mano de la vieja Laura (y no esque le quiera decir anciana, ni mas faltaba). Por otro lado insisto en la conversacion presencial, por lo menos la pena no tiene mucha cabida dentro de este circulo, pero si a ti te incomoda algo prefiero no interrumpir. Un abrazo donde sea que te encuentres.
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