sábado, 19 de marzo de 2011

CILENIO

¿CÓMO IR EN BUSCA DEL OÍDO AJENO? COMO ESCUCHAR LO INESCRUTABLE, EN ESTE ESTREPITOSO SONIDO INTERNO, ME PIERDO ENTRE LAS ONDAS MUSICALES BUSCANDO EL REFUGIO QUE LE ATAÑE, POR AHORA SIGO NAVEGANDO DIRECTO AL LABERINTO DE LA MUERTE, CUANTA PERDICIÓN EN UNA MENTE FRÁGIL E INEXPERTA, COMO PODRÍA YO, DIBUJAR ONDAS PERFECTAS EN ESTE ESCASO RECONOCIMIENTO DE TIERRA DE IMAGINACIÓN, COMO NO BANALIZAR EL ESTERTOR DE NUESTRO CARIÑO DE VAINILLA, CREO QUE SE HA CONSUMADO LAS OLAS EN EL FUEGO, HA QUEDADO LA CENIZAS ACUÁTICAS DE UN RECUERDO ETERNIZADO POR LA REMEMORANZA DE NUESTROS ESPECTROS, TODO FUE UN JUEGO DE NUNCA ACABAR NI MUCHO MENOS JUGAR, AL PARECER SE HA FUNDIDO LA INCONEXIÓN EN NUESTRO CORAZÓN. CILENIO HIERBA DE MIS SUEÑOS...


3 comentarios:

  1. Vuelan indecisiones en el pensamiento que no logran arraigar en la emoción, la rebelde insensata, la savia sabia incomprendida por la razón, la motivación de la que esta aprende.
    El hielo, en este caso, lejos de ser causa de presión o temperatura debido a fenómenos exógenos, puede intuirse como un curioso fenómeno alquimico cuyo resultado se debe a la pausa del fluir del agua, sus moléculas se acomodaron en una formación ordenada debido a una particularidad endógena. La belleza del hielo, como en el caso del hielo azul, puede atraer involuntariamente a su portador; si a este hecho le añadimos que el agua, al solidificarse, aumenta su volumen, acentuaría la ilusión de que el mundo interior, con sus sombras y sus luces, está creciendo. Suele suceder cuando las móleculas se limitan a ser objeto más que sujeto. El sujeto acciona el verbo para buscar el predicado, aunque se descalabre; tal es su naturaleza.
    Lo curioso del hielo es que flota en el agua y uno nunca sabe qué está sucediendo en las profundidades.

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  2. por que su profundidad reside en el temporal movimiento, trascendente o intrascendente no lo sabe, solo juega a oscilar entre las ondas del universo, entre las nubes de las noches, entre los tejidos de la nieves, entre el frio de su cuerpo, mientras espera su caudal de savia, de calida frescura, de su obnibulante figura perfecta, borrando los trazos lacerantes para redimir un tiempo sin espacio, ya que el espacio sigue siendo una metafora de sus existencias...

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margarita surnaite